Este libro se ha constituido en un clásico de las ciencias sociales peruanas debido a la claridad para describir e interpretar la construcción del Estado y la imposibilidad de articular a los sectores sociales en relaciones más horizontales y democráticas. Teniendo como base un sólido conocimiento de la historia, Cotler identifica una constante que ha impregnado hondamente en el funcionamiento tanto de las instituciones oficiales como de las subjetividades políticas: las prácticas patrimoniales, las relaciones clientelistas, la propensión autoritaria o la herencia colonial son aquí categorías destinadas a señalar que las grandes transformaciones sociales ocurridas en el país no fueron parejas de cambios políticos que permitieran un nuevo ejercicio y una renovada imaginación de la comunidad.